Romántico…
Un romántico empedernido, que del amor beber siempre he querido.
Un romántico amante de: las rosas, las buenas formas y los
dulces aromas.
Un romántico en toda ley; aquel que seduce con una rosa y un
clavel y lleva la ternura a flor de piel.
Un romántico de velas
y candil, en cualquier noche tibia de abril, abrigando el encanto de una velada
sin final.
Un romántico que le canta al amor y lo viste de color azul.
Como el mar en primavera y las noches de luna entera; siempre de la más suave
manera.
Un romántico ladrón de mil besos, que vive preso entre tus
abrazos y tus besos, entre tus sonrisas y tus alegres prisas.
Un romántico bailando un bolero, abrazando tu tibio cuerpo y
diciéndote al oído un tierno ¡Te quiero!
Un romántico que gusta contemplar la más bella obra de arte
llamada Mujer. No importa: una aldeana, una sevillana, una japonesa, una francesa,
italiana o peruana. Lo mismo da, siempre será; una mujer “Su alteza Real”