Nos Quieren Robar “El Piropo”
¡Qué
barbaridad! Que atropello a la razón, que ignominia, que despilfarro de insensatez.
En los
tiempos que corren, las corrientes “independestistas” los movimientos de aquí y
de allá y todo lo que tenga que ver con el feminismo y el machismo; se han
propuesto destruir la arquitectura sentimental del ser humano.
Ahora resulta
que un piropo es sinónimo de: acoso sexual violencia contra la mujer, falta de
respeto y demás hierbas. Y como canela al dulce, las nuevas generaciones
consideran al noble y elegante piropo, como una cursilería.
El piropo es
toda una institución en el mundo de la galantería (palabra en vías de extinción)
la poesía y el romanticismo, de “ayer y antaño” Resulta que el la mujer siempre
fue considerada por el hombre, como una reina y por tanto, tenia que tratarla
como tal y eso hacia que las mujeres alimentaran su ego y su autoestima y nos dábamos
el gusto de verlas trajinar por la vida, derrochando: garbo, lisura, salero y
sutil arrogancia, cosa que hoy en día, ya no tiene ninguna importancia.
Yo soy un
amante fiel del amor, la coquetería, de aquella fina zalamería que derrama
lisura por doquier y halaga el alma de un tierno querer. Que camina por la vida
en el sutil cuerpo de mujer.
Mi gran pregunta
es ¿Cómo se van a enamorar en el futuro?
Voy a
defender al piropo, porque alguna vez lo he recibido y sinceramente, me hizo
sentir muy bien, mas aun siendo hombre y sin los atributos de un George Clooney.
El piropo:
no ofende, no veja, no maltrata, no invade, no atropella. El piropo:
simplemente hace justicia a la máxima creación divina.
Aquí les
dejo algunos piropos de mi cosecha.
No te regalo
una flor, porque no la quiero ofender.
¿Qué hace la
primavera caminando en este crudo invierno?
Te seguiré,
porque adoro el perfume de tus pasos.
Hoy no
brilla el sol, porque brillas tú.
Cambiare de
vereda, porque no puedo pisar donde pisa una reina.
Y mejor me
callo, no vaya a ser que algún movimiento de lucha contar el machismo, la
emprenda contra mi.